Adustas manos que acarician mi piel seca
esfinges rotas marchitando mi pasión
monstruos ahorcados de deseos y esa tecla
que en aquel piano de mi vida no sonó.
Aúlla el rito de misterio y de locura
la culpa interna que destroza a aquel amor
leprosa trampa del destino que perdura
en la amargura de mi sueño sin razón.
Lúgubre esencia disecada por el grito
que arrastrando hasta mi orilla me llevó
perfume a besos deglutidos por un mito
pájaro herido en el dolor de mi dolor.
Tenazas crueles dificultan hoy mi aliento
las sombras negras azotando mi temor
el abandono y la pavura en mis adentros
y esta nostalgia que la alegría me robó.
Cerrojo antiguo el que encierra soledades
en las tinieblas, carcajada del dolor
demente barco que naufraga en ebriedades
dejando babas en la esfera del reloj.
Metamorfosis imbuída en mi espesura
como sonámbula navego presentida
y ésta cornisa del duelo de la duda
soslayando el amuleto de mi vida.
Estos espejos que reflejan hoy la furia
espacio ajeno que no encuentra explicación
la cruel mentira cotizada con injurias
y ésta edad, sin años ni sabor.
Distancias densas que acribillan sentimientos
círculo agudo en que giro en derredor
en mi caída no me quedan más sustentos
que la pericia del crimen de mi amor.
Cadáver tieso reflejando mi figura
párpados viejos, boca seca de rencor
y éste animal que agoniza en la bravura
de mi alma turbia, disfrazada de color.
Quisiera irme como se van los inviernos
con aquel viento de estación en estación
y que esa voz que agudiza mis recuerdos
me arrastre lejos donde no halle más perdón.
Verdaderamente emocionante leerte, tienes mucha calidad escribiendo y cada día que pasa vas a más.
Me gusta mucho como escribes Movisi.
Un saludo.