Y me iré callada,
con la nada tras de mí,
con caminar borracho de rocío,
en medio de los seres mudos y extraños
que jamás notarán que estoy, que soy,
los árboles perderán su color,
escama por escama...
una livedez rara emergerá del mar...
en mi ser, un terror cósmico azorará perplejo,
perpetuandose en los tiempos..., milenarios tiempos...
y me iré escondida,
para que tus pupilas no adivinen mi partida
para que las chicharras den sus serenatas
en las tardes de verano...
y que los trinos de las aves alegren amaneceres...
para que en flores artificiales corra savia verde, clara,
para que tu alma sea felíz y pura...
y mi corazón...hay corazón...
a tí tambien los vientos te pulsarán
olvidado instrumento roto.
Tu corazón es un instrumento de cuerda afinado en la nostalgia, suena con un tono esplendoroso que hace vibrar las cuerdas de tal modo, que a veces asoma la tristeza monocorde en el corazón del lector, que siente la belleza inherente entu poesía de alma quebrada asomada al desparpajo de un dolor que quema las entrañas.
Bello poema que me llevo a mi rincón.
Un saludo Movisi.