¿Qué es escribir? Me preguntaba el otro día, qué es realmente, pues es algo bastante complejo y sencillo a la vez. Mucha gente piensa que escribir es pensar y poner con tus palabras esos pensamientos en un papel, pero no, escribir es mucho más.
Cuando necesitas desahogo, cuando las emociones que recorren tu piel y los sentimientos se aglomeran, lo más probable es que cuando todo salga sea en forma de llanto. Un escritor pocas veces vivirá eso, pues cuando llega el momento no hay mayor desahogo que la tinta y el papel para plasmar todo aquello, no sabes que forma cogerá, pero sabes que es la puerta que hará salir el desasosiego de tu alma, que te dejará libre, al menos el tiempo que estés sobre el papel.
Escribir siempre me pareció un acto puro, incluso cuando las palabras que estás dibujando parecen más el infierno profundo que el lejano paraíso. Porque queridos míos, el limbo de las palabras puede tomar la ruta que requiera el momento y la persona, pero jamás va a dejar de ser un acto de inocencia. La guerra jamás podrá ser justa no, porque la guerra nunca cambia, al contrario de la versatilidad de las palabras.
