Pasan los días, las semanas, los meses e incluso los años... Y aquí estoy yo, que más drá la edad que tenga lo qeu importa es que el tiempo pasa tan rápido que no hay tiempo de disfrutar... Cinco días esperando al maldito sábado y cuando llega, ya está se ha pasado el fin de semana, y otra vez lunes, vamos lo mismo de siempre, y ahí estoy yo, con una sonrisa en la cara, con mi máscara de persona feliz, pero por dentro estoy sufriendo, sufiendo por el simple echo de que me aburre la rutina, y de que necesito a alguien a mi lado que me comprenda que entienda la sensación que tengo, mis sentimientos, y ahí estaré esperando ese amigo, que espero que llegue porque desde que tú, mi mejor amiga, te fuiste ya nada es lo mismo...

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