Nereael
Hola, narizmojada. Es una pena que se me rompan los pantalones, o los zapatos cuando más cómodos los siento. Digo: ¡uyyy, qué pena! y a comprarse otros nuevos. Pero cuando me se caen los esquemas mentales delante de los morros, intento remendarlos como una posesa, ¿por qué esta cabezota mía no será más espabilada?
Gracias por la reflexión, siempre un gusto leerte.
28/06/12 06:06