Una lágrima cristalina,
De un corazón helado desprendió ,
El suspiro de una bailarina,
Ahogado en la noche desapareció.
Danzando está la triste bailarina,
Manto de vida rociará,
Por una apuñalada en el alma,
Apócrifo grito sonará.
¡Danza, tú! Señora,
tú que haces retornar,
el sentimiento que de mi corazón escapa,
amor, no saltes a volar