Mi suerte estaba echada a manos del destino. "Joder, joder joder" pensaba mientras entraba por las puertas blancas de la sala.
-Lucia, Lucia-Alguien me llamaba desde el fondo de la sala de espera, me volví y alli estaba, petrificado, inmovil y pálido.
-Que haces aqui- Le pregunté aspera.
-Me contaron que estabas en el hospital.
-Creo que eso es mas que obvio, estamos aqui- Observe el lugar. "Estamos aqui" deberia haber dicho estoy, epro bueno, es cierto él tambien esta aqui. Mi madre me llamó para que entrara pero la pedí que se fuera a cogerme una botella de agua y le aseguré que Liam se engargaria de mi.
Entramos al fin. Tras deliberaciones médicas el medico habló con voz ronca y desagradable, como que algo malo hubiera pasado.
-No tiene nada grave pero deberá guardar reposo- Se dirigió a Liam- y usted sea lo que sea de ella...¿cuidela bien, de acuerdo?
Liam afirmó y me acompañó a la salida, mi madre no conocía a Liam aun asi que o me enfrentaba a este hecho o luego vendrian las preguntas de mamá.
-Mamá,este es Liam, mi....mi ex-Noté que mi temperatura corporal aumentaba al menos 20 grados y que mi corazon latia con tanta fuerza que podria valer de turbina para conducir electricidad en un circuito.-Nos....¿dejas un momento a solas mamá?
-Eh, claro-Dijo mi madre aun atónita por la noticia-si por supuesto.
Era hora de que Liam me diera explicaciones.