Tiempo.

Vengo para hablaros del tiempo. El tiempo pasa tan rápido ¿verdad? parece mentira... ¿Quién te iba a decir que ibas a estar donde estás? El tiempo. El tiempo es el único que tiene respuestas para todo; el problema, es que solo las da con el paso de las horas, los días, los meses o los años. No sé vosotros, pero si yo pudiera, grabaría ciertos momentos de mi vida en un casette, como se grababan antiguamentes las series ¡si!, exacto. Mis ojos serían la cámara y mis labios serían el diálogo de la película. Entonces, cuando algún día quisiera recordar por qué he llegado donde estoy o por qué soy como soy, abriría ese baúl de vídeos viejos y elegiría uno al azar. Con palomitas, en el sofá y con un paquete de pañuelos en una mano, como se suelen ver las películas favoritas, esas que has visto veinte veces y nunca te cansas de verlas una vez más. Porque por querer y preferir, todos preferiríamos vivirlo otra vez, los buenos momentos deberían vivirse dos veces. Dicen que el tiempo cura heridas, que te hace olvidar, que es un buen amigo... El tiempo solo presiona donde duele, no os equivoqueis. No curareis heridas que no querrais por mucho que pase el tiempo, ni olvidareis; y más bien es un enemigo. El tiempo pasa y las cosas finalizan y cuando quieras darte cuenta, la vida al igual que las cosas, irá llegando a su fin. Pero ahí el tiempo nos va a dejar cancha libre para acabar como vencedores o como vencidos, depende de tí. Asi que párate y piensa, ¿quieres ser un vencedor... o un vencido?