Yo estaba dispuesto a demostrarte que la vida era mejor en compañía los domingos. Que los inviernos con manta compartida y chocolate para dos eran mejor que las tardes de frío a solas en una habitación. Quería un donut a medias y azúcar del mismo terrón.Quería, y estaba convencido, que te iba a enseñar a contar los lunares antes de que se fuera el sol. Yo solo buscaba que tú me necesitaras como se necesitan los calcetines para no sentir los pies tan fríos. Buscaba en tus ojos una historia como la de esos libros que se lee la gente que tienen un final feliz, de esos de los que se olvida el principio para que el final te haga reflexionar.
Yo solo quería viajar a Alemania contigo y sacarte fotos cuando no miraras.
Y es que como voy a olvidar esas piernas largas, esas ganas de hacerte soñar, si recuerdo que el último día hablaban de una guerra en el telediario pero claro, tu paseabas desnuda por el salón y a mi qué más me dio el planeta.
