Gracias por tu calidad observadora. Siempre es un placer disfrutar de un excelente comentario.
¿Sobre qué danzas, si no hay piso para hacerlo? ¿Para qué danzas, si careces de un objetivo digno? ¿A quién le dedicas tu danza, si en la nada, nadie te verá?
La danza de la nada, en sombras, o en excesos de blancura. Hacemos que vemos, pero no vemos nada. Creamos imágenes, y reflexionamos ante los estímulos de la supervivencia diaria.
Eres de los grandes, amigo. Me llenas la cabeza con más de mil palabras.
SALUDOS!
Un gato se permitió llegar a hablar.
Se humanizó pronunciando el nombre de su amo,
y supo pronto que era esclavo y no un felino libre.
Atrapado en un mundo de palabras. Me da la impresión que las palabras esclavizan, el gato lo descubrió al proferir el nombre de su amo.
¿Será por eso que los animales no se atreven a hablar porque las palabras los atan y no los dejan ser?.
Ay, amigo creo que estoy hablando piedras, pero lo que tú escribes tiene tantas direcciones.
Un gusto enorme leerte.
Serge.
Tanto circunloquio para al final llegar al punto crítico. La poesía puede tener mil caras, mil formas de subsistir, pero en el fondo se rodea de jardines de palabras, arriates de adjetivos que la engalanan, setos de pronombres que la esconden de miradas indiscretas y un mantillo de sustantivos que le dan fuerza y vigor.
Este texto es una invitación a la reflexión, a la vez que muestra las cosas, las ironiza y juega con el lector, al juego del gato y el ratón.
Me ha parecido un texto tan sumamente interesante, que me lo voy a guardar para releerlo.
Un saludo, greko.