Minutos Embriagantes!!
El sudor de tu espalda se desliza entre cada uno de los movimientos del minutero de aquel reloj de enfrente; el movimiento eufórico de tus caderas enloquece a mis párpados, el silencio de aquel lugar oscuro, ahora se encuentra abarrotado de mis latidos.
El gemir de mis labios, se convierten en el único canto que los sueños nocturnos son capaces de escuchar; siento el choque de mi alma con la atmósfera sexual. Entre mis miradas se esconden miles de pensamientos arrastrados e inconscientes de esta realidad alterna.
- Me encanta cómo se escucha la sangre dentro de tus venas (te digo perplejo)
- ¿Y no te atraen los pensamientos amortiguados por mis piernas?
- Me atrae cada movimiento que realizas
- ¿Es como si fuesen un péndulo?
- Diría que es como un abismo sin fondo que penetra mis entrañas y se desliza entre mis dedos y carcome mis uñas
Me miraste, levantaste el labio inferior, y me reíste con tus pupilas.
Luego de varios segundos (que para mí se convirtieron en un chirrido delirante dentro de mi cerebro), me acerco hacia ti convertido en una criatura ínfima y fuera de sí; desesperado, loco.
- Necesito de ti, necesito de tus sonidos, necesito de tus movimientos ( le digo mientras me inclino a sus pies)
- Lamentablemente los sonidos, ni los movimientos están en venta.
- ¿Cuánto quieres? ¿Cuánto deseas? ¿Cuánto quieres de mí?
- No señor, no quiero nada, no estoy acá por eso.
- No me importa, yo estoy dispuesto a correr el riesgo; dime que deseas de mí, anda conviérteme en tu esclavo mental, en el ser que se introduce entre tus capas epidémicas, quiero ser el único aliento capaz de penetrar tus labios, el que se funda y juegue con tus glóbulos rojos.
- Así me des todo el dinero del mundo, mi fisiología no está en venta; simple humano (eso me dijiste: simple humano).
Y poco a poco sentí, como los sonidos se fueron esparciendo, el shhh de su sangre se estaba alejando de mis tímpanos, el movimiento pendular de sus caderas habían detenido su andar, los 20 minutos pagos, ahora se convertían en simples recuerdos añejados con una gota de locura incesante.
- Debo irme (dijo)
- ¿Por qué? (dije mientras mis manos se movían eufóricas entre ellas)
Cerraste tus parpados y volviste a reír para ti.
- No tengo respuesta, sólo debo irme.
Quede perplejo.
- No, no puedes irte.
- Si, si puedo
- ¡No, no puedes irte, no puedes dejarme solo acá, no puedes dejarme perdido entre los minutos diarios de suplicio mental, dentro de hojas, facturas, cuentas, números, coñacs de media noche, horas perdidas entre cuatro paredes mal pintadas de un edificio de negocios, no puedes dejarme tirado a la deriva de este mundo superficial y sin sentido que poco a poco absorbe mis pasiones y me convierte en un ser superfluo que siente, como cada vez más, se convierte en un individuo invisible y carente de alma!
- Lamentablemente tu delirio ha acabado por hoy, se me ha hecho tarde.
Prendiste un cigarrillo diste una aspirada, volteaste a la izquierda y me observaste desde el rabillo del ojo.
La saliva poco a poco se me fue secando, y sentí como la realidad me fue ahorcando de nuevo, igual que ayer, igual que antes.
Te volteaste y tomaste el abrigo de cuero del sillón de enfrente.
- Quizás para mañana a la misma hora
Y ¡¡PAF!!, sonó el hierro chocando de manera abrupta contra tu cráneo, tu equilibrio se fue perdiendo entre las aberturas rojizas de tus ojos, tus pupilas midriáticas se fueron confundiendo con tus manos salvajes que buscaban salvación de la tela de aquel sillón, para así no perder el aliento de vida.
Tus labios se abrieron y emitieron un último ah, como si fuese una nota escapada dentro de aquel torbellino de emociones.
Mientras que de nuevo sentí el shhh de tu sangre, pero esta vez no era dentro de tus venas, ahora me rodeaba, se entrometía entre mis manos, entre el tapete, entre el olor a hierro, entre esos minutos sordos.
Cerré mis ojos y sonreí para mí mismo, me embriagaba el olor a humedad, el olor rojizo.
Y mis dedos tomaron tu sonido y lo esparció sobre mi cuerpo, sobre mis dedos, sobre mi cara, sobre mi lengua, sobre mi olfato.
- Todo lo que quería era tu sonido, sólo eso
(me decía a mi mismo mientras cerraba los párpados y entraba en un trance mental)
Perturbada realidad, incesante codicia, minutos malditos entrelazados con el deseo carnal y el pecado original de nuestra carne.
- Es increíble como el poder del hombre, es capaz de transformarse en una pesadilla, en un retrato mal hecho, en un trazo grueso y burdo de todo este paradigma infrahumano que nos carcome cada segundo; es increíble como nuestra codicia nos transforma en seres dependientes y absurdos de este complicado saco de horas, es
Quedé en silencio, y poco a poco sentí como mis ojos se fueron volviendo más brillantes.
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fascinante (terminé de exclamar), es fascinante como nos convertimos en amos y dueños de todo aquello que antes éramos incapaces de palpar, de observar , de oler, de sentir, es fascinante como nos volvemos dioses y demonios en tan sólo un triste segundo de vida.
Y así fue como uno a uno los billetes fueron cayendo sobre aquel inerte cuerpo que entonaba melodías fisiológicas para este descarado autor.
- Porque al final de cuenta cada espectador, debe pagar la obra que se ejecuta frente a sus ojos (le dije)
Miré mis manos, y dejé que el sonido embriagara a mi cuerpo.
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Nigth14
pues....bien...te felicito por tu comentario.
gracias por pasar!!
05/09/10 07:09
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Hysteria
Nigth, tenía este texto entre los pendientes para leer. Tiene tu propio estilo, por lo cual me agrada ya que siempre me vuelves loco con tus escritos. Mensajes genialmente arropados por la locura que muy bien sabes crear.
Nos leemos. Un saludo.
07/09/10 05:09
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Nigth14
hysteria, muchísimas gracias por tu comentario, me halaga enormente al decir " que te vuelves loco con mis escritos" jeje, ojala sea por lo bueno de ellos y no por la locura q hay plasmada en sus letras, aunque ambos aspectos son válidos jejejej
realmente me halagas. gracias por pasarte
saludos amigo!!!
07/09/10 08:09
