escuchar mientras leen...
Ante el cuadro antiguo de su mujer, y ante las brazas de fuego que borbotean de la chimenea como lenguas ardientes que buscan espacio en el oxígeno.
Y frente al sillón de terciopelo con una copa de vino entre sus dedos, la melodía de su toca disco reemplaza la silenciosa velada, María callas canta en el fondo su dulce Carmen, mientras que el poco silencio que se escapa entre las paredes se arrastra como culebras entre los tapices que adornan el salón cubierto de cuadros y oscuridad.
Un hombre corpulento de unos 32 años aproximadamente, se desangra en el piso como resultado de una filosa navaja que corto su garganta en tan sólo una línea.
La alfombra se ensucia de sangre
y cambia de roja a vinotinto
Y el señor Langdon sigue absorto en el sillón escuchando las palabras que llegan a su oído
la bella maría canta al son de los pensamientos abstractos del señor Bill.
Y al llegar a la nota más alta
los sonidos sordos del exterior tratan de penetrar los vidrios claros de aquel lugar
Muere
se desangra el hombre
; mientras mueve su mano entre la sangre que fluye de su herida con los ojos pidiendo auxilio.
- canta como los ángeles (dijo Bill mientras veía a la chimenea).
Espacios silenciosos que buscaban rasgar el dolor que llevaba la víctima en sus ojos.
- mueres amigo mío
(dijo mientra veía al hombre que gritaba sin emitir palabra alguna), ¡¡¡DANIEEEL!!! (gritó al ver a aquel hombre).
Inmediatamente las puertas de roble se abrieron, y entró Daniel.
- llévate este estropajo de aquí (dijo Bill mientras daba media vuelta)
Daniel comenzó a halarlo mientras carmen
seguí rompiendo el silencio.
El hombre se retorcía de dolor y con las manos llenas de sangre se aferraba a la alfombra.
- y búscame al tal marco
tráelo como sea.
- Si señor, como usted ordene (dijo Daniel, mientras arrastraba al cuerpo ensangrentado).
Diciembre del 2005.