Se extraña la esencia
que se a corrompido en
sueños ajenos, en miradas
frías.
Cae la noche, se marcha el
día, otra ves el deseo deambula
perdido, aceptando migajas de corazones
rotos, de caricias muertas y manos
vacías.
Yace la esperanza en algún desierto
porque se dio cuenta que ya nada
importa, jugo al ajedrez y perdió la
partida,le gano el olvido, gano la
tristeza.
Buscando caminos, se encuentra
el destino plagado de gente que
solo contamina, despojando así
de algún sentimiento que permita
estar vivo.
corazones rotos van llenando las
calles, frías y cubiertas de despojos
de sueños,caricias y besos que nadie
reclama, el viento cobarde se los va
llevando algún lugar donde nadie pueda
extrañarlos.
"el deseo deambula
perdido, aceptando migajas de corazones
rotos, de caricias muertas y manos
vacías."
Me encanta esa letanía agorera, llena de desesperación y malos presentimientos, en la que algunas ocasiones nace tu poesía.
Creo que dentro de ti hay mucho amor por repartir, aunque en ocasiones ocupas la trinchera de la desesperanza y pareciera que odias el mundo y los hombres que lo habitan, es en esa dualidad, donde radica la belleza de tus versos, en la confluencia de los mundos antagónicos.
Un auténtico placer leerte.
Un beso, Norma.