Oleadas de pensamientos inconclusos me inbaden;
Palabras sin sentido,
de un orden abstracto,
acalladas por el dolor y el llanto.
Me pierdo en tu lúgubre partida,
recordando desordenados momentos,
aquellos en los cuales mi corazón latía con fuerza,
mi alma daba saltos y me sentía viva,
llena de fe, llena de esperanza.
Hoy el dolor enceguece mi mirada,
solo veo llanto, dolor,
odio y mentiras...