CapÃtulo 2: Flamenco.
Tres.
-O. -L.
10, Agosto, 91.
Fondo recomendado: https://youtu.be/ft9lJBXW5rg
“La diferencia entre el gavilán y la gaviota es, el gavilán caza, la gaviota también”
Las agujas son tan suaves debajo del agua, no es que sea literal, estoy en el fondo de una piscina con agujas en todas partes, tengo miedo, si, bueno, ya fue mucho drama, debo salir de aquí; al mover mis piernas que lentamente en la infinita inercia del agua, penetran en mi agujas, pero no llegan adentro de mi carne, salgo por el dulce aire que me llena de vida a mi, a todos, a veces quisiera ser un pez, si fuera así nunca hubiera salido de la piscina aunque me alimentaran a base de peces deshidratados; salgo del agua.
Bendito aire, te extrañaba.
Al salir no hay nadie, bueno por lo menos en los minutos que pasé sacando líquido de mi interior no había nadie, la verdad es que trataba de no recordar, fue como morir, y volver a salir de un útero, quiten lo de las agujas, bueno es gracioso como pasó todo, estaba Lu…Ah, ya recordé…
Recuerdo su cara molesta, me había hartado de todo, sinceramente en este momento me da igual lo que dice, recuerdo sus gritos como —¿Es que en verdad me estás escuchando?— —¡Hey!—, mi nombre no lo recuerdo aún, —¡O!— Yo… La estaba ayudando a mover unas cosas de su taller de textiles y confección fina, bueno ella tiene destrezas en muchas áreas, es una bailarina nata, uno de mis placeres favoritos es ir a verla, en primera fila, ver como se mueve un flamenco y ella, no hay diferencia, se mueve con precisión y belleza, o yo soy un extremista ortodoxo o ella en verdad es preciosa, bueno, me salgo del tema, sólo recuerdo lo último; Estaba harto de todo así que le dije —Cállate ya, por favor—, ella me miró, con una cara de “¿Hablaste?”, íbamos caminando por el área de natación de nuestra preparatoria, yo iba dos semestres adelante de ella así que me tomé la molestia de ayudarla, ese día salía temprano, resbale con una manguera y caí con ¿Dos? ¿Tres cajas llenas de agujas?, había de todos los tamaños, unas se veían más que otras; expulso lo último de líquido que tenía en mi ser y escucho dos, quizás tres personas corriendo, pero, conozco esos pasos, es ella, ella aún de baja estatura tiene piernas fuertes que retumban como un carnaval cuando corre, acompañada de dos personas, un rector del área y una enfermera.
-¡O!- (Créanme, así lo recuerdo) Dijo ella, su voz aguda tal vez hizo que las aguas se calmaran, así como calmó mi ser. Llegó hasta mi frágil cuerpo y aún empapado me abrazó
“Tosí un poco” —Lucy, estás aquí…—
—Pero claro que estoy aquí imbécil, dios, eres un idiota— Aún enojada me parece increíblemente tierna.
—Eso, lo sabemos— No hablaba serio, en verdad me faltaba aire.
Después de eso pasó lo obvio, la piscina cerró durante un mes en lo que sacaban las agujas de los ductos subterráneos de las piscinas, en verdad, hubo gente que se pinchó limpiando los ductos, me llevaron a la enfermería, me dieron una paleta roja baja en calorías y una pulsera que a lo mucho decía “Everything is fine”, la creatividad de todo eso me hace querer ser dueño de una preparatoria y despedir a la enfermera.
No me expulsaron por el simple hecho de que estuve a punto de morir de la manera más ridícula de todas, pero en parte fue bueno, no dejaban entrar a nadie desde entonces así que previne muchos accidentes. No morí, gracias a que mi padre durante las vacaciones me arrojaba al agua, esas lecciones supongo me salvaron la vida, me dio bronquitis un día después y todo como siempre.
Desearía estar a punto de morir otra vez, para que me vuelva a abrazar.
