Cuatro.
-O. -F.
—,—,—.
“-Perdón, es tan bello aquí, me recuerda a algo, aunque nunca he estado aquí, la luz de las ondas parecen tan placenteras.
-Está bien, no hay nadie aquí mas que yo, sólo espero, que encuentres a quien buscas.”

—¿Ya te vas a despertar?
—Estoy muerto.
—Podría decir que si, pero, por favor abre los ojos.
—¿Tenemos ojos aquí?
—Deja de hacerte el gracioso y ábrelos.

Y ante mi… No había nada, literal, en verdad no había nada, es curioso, pensaba en un jardín perfumado, no han de tener presupuesto para mi, ha de ser eso.

Bueno, el suelo parecía de mármol negro, pero no sintético, este era más natural, era una oscuridad azul inmensa que me llenaba de calma, al parecer no había cielo, ni luces, sólo un inmenso sol color negro, lo distinguía por la coronilla blanca que emanaba luz y alumbraba el lugar, no divisaba nada, solo yo, y lo que sea que fuera esa voz menos un dios.

—No soy un dios.
—Gracias por el dato.
—¿Eres siempre así de sarcástico?
—¿Qué eres?
—Soy más un… consejero, si lo quieres llamar así.
—¿Te puedo llamar Fred?
—En verdad que eres curioso, ¿Por qué no? En tu mundo me han puesto mil nombres de lo que no soy.
—Bueno, allá abajo se van a decepcionar si les dices la verdad.
—Lo sabemos.
—Bueno ahora que sé que dios no existe, ¿cómo diablos se creó el universo Fred?
—Consejero, dije.
—Que sensible Fred.

Ah, la voz de Fred era tan, imponente, y, suave, como la de esos tipos que comentan en la radio.

—¿Ya acabaste?
— Wow wow wow, ¿también lees mentes? ¿Qué no te enseñaron a respetar?
—Los privilegios de ser yo.
—Para ser un consejero eres bastante entrometido.
—¿Sabes por qué estás aquí?
—Por que me suicidé cayendo de un puente y para colmo estuve vivo como… ¿Ocho horas?
—Doce horas.
—Es casi lo mismo Fred.

En algún lugar debe estar ese tipo barbón de las llaves.

—El trabaja hasta los lunes.
—Gracias po el dato.
—Es…
—Domingo.
—Cierto, domingo.

Voy a pasar el resto de mis días hablando con un consejero inepto.

—Tranquilo, todavía no es tu tiempo.
—¿Cómo?
—No como, cuando.
—Eso… ya lo había escuchado.
—Hiciste que muchas entidades pelearan por ti, pero lo que te puedo decir es que están de tu lado la mayoría, por eso sigues en coma.
—¡¿Es que no me puedo morir?!
—Tú y ella, son mas especiales de lo que creen, ustedes no pueden morir por que quieren, pero tú, nos saliste difícil y arruinaste un ciclo ya escrito, felicidades.
—Aún no entiendo nada y lo sabes.

Así que mejor me siento a escuchar.

—Verás… se supone que no les decimos esto a los de tu clase hasta que llegan al otro lado.
—Cómo… ¿un cielo y esas mierdas?
—Algo así, esto es como, ¿ves esos cuartos antes de ir al dentista?
—Genial, estoy en la sala de espera.
—¡Exacto!
—…
—Que sensible; en fin, resulta que existen más mundos de los que crees, nueve para ser exactos, su universo, tiene un límite, después de Plutón, que por cierto algún idiota estaba jugando por ahí y lo tiró, después de ahí digamos que… no hay nada, es como una ilusión, al principio todos votamos por hacerlo de uno o dos millones de años luz pero luego decidimos que era poco espacio así que, ahí tienes a tu galaxia, lo demás es mero fondo, si alguien llega al límite seguirá en el mismo fondo vacío lleno de estrellas en verdad nunca llegará a nada, pero…
—¿Pero, qué?
—Agh, estas nueve realidades no se mantienen en armonía por que si, necesitan un vínculo para coexistir, así que los nueve, que son los que cuidamos que estas realidades no se caigan, mandamos algo así como un vínculo, pero debe ser un organismo vivo y funcional, a lo que llegamos a…
—¿Yo?
—Y ella…
—Espera espera, te refieres a…
—Si, ella, es tu vínculo en esta realidad, para ser exactos estás en la sexta, y todo iba perfecto hasta que decidiste que era muy bonito lanzarse de los puentes.
—Gracias por tener consideración de tu vínculo.
—Créeme, te cuido más a ti que al líder de tu nación.
—¿Y si yo muero, entonces?…
—Se altera el vínculo y vuelvo a crear otros dos nuevos.
—Pero ella está viva.
—Ese es problema.
—¿La vas, a matar?
—No.
—Entonces…
—Desde que supiste como usar internet me has dado dolor de cabeza.
—Yo sé, mi madre dice eso también, si me cuidas entonces por qué me dejaste caer?
—Sabes una cosa es que te guíe y otra es que decida por ti, todos aquí explotaron cuando tu corazón dejó de latir.
—Voy a eso, ¿quienes todos?
—Los demás consejeros, los ocho que faltan, Ahrimán, el es inestable, por eso le dimos la primera dimensión donde no hay materia fija, Ahura Mazda, él crea, es el segundo, Atón, es un poco más estable y se le otorgó una dimensión más estable y con formas, Baal, en verdad este tipo me deprime, en su dimensión solo hay niebla, helio, es un adicto al helio, y vínculos y seres vivos, si, existen, Jano, él puede ver su tiempo, tal vez por eso en su dimensión sus creaciones ya llegaron a el límite, y yo, me acabas de poner Fred, soy el sexto, Marduk, ese idiota arrogante, Lillith, ella ya se acostó con todos, y el noveno, bueno, tantos millones y no sabemos casi nada de él, vive sólo en su dimensión, no sabemos que es, sabemos que existe por que Lilith se acostó con él, ¿Sabes que es lo único productivo que ha hecho mi realidad?
—¿La bomba atómica?
—Aparte, todos estos nombres los descubrieron ellos, están en tu libro de historia.
—Ya decía que los conocía.
—Bueno, he aquí lo difícil, tu coma Jano predice que a lo mucho durará unos 5 o 10 años, eso quiere decir, que debemos hacerte un doble vínculo, lo que quiere decir mucho papeleo, diplomacia y estúpida burocracia aquí arriba, todo esto para que vuelvas a tu pasado, cambies algunas cosas sin alterar otras, y no decidas matarte ese día.
—A todo esto, pudiste ahorrarte toda esta explicación, ¿Por qué simplemente no la matas a ella y nacemos de nuevo?
—Por que no puedo, créeme si pudiera lo haría.
—¿Entonces?
—Si rompo su vínculo se cae la realidad al no tener con que sostenerla, un organismo vivo es lo que las mantiene juntas, lo que te quiero decir es que…
—Ya, dime.
—Está embarazada, de ti.

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