Quizá estoy entre esa fina línea que separa la sensibilidad del dramatismo. Quizá a veces hago una montaña de un diminuto grano de arena. O tal vez es que, aunque los demás no lo vean, he ido guardando grano a grano y ya llevo una playa entera. Y otras veces me estalla el tsunami cuando menos lo espero y lo arrasa todo, aunque solo sea por un rato. Pero me jode que mientras dure mi caos, me digan cómo me debo sentir. Que si estoy exagerando no es problema de nadie. Prefiero que me dejen en medio de mi desorden, que pueda hundirme una tarde sin tener que esconderme para llorar, sin tener que sentirme culpable por estar mal.
Es solo un instante, y prefiero que pase (porque pasa, siempre pasa) a que se me quede rondando en la cabeza. Que es peor que me prohíban la frustración, o que no me dejen exprimir al máximo mi sentimiento de fracaso. Porque me conozco y siempre que lo he hecho he acabado sacando algo en claro. Solo cuando dejo que esos pequeños detalles me duelan por un rato puedo después sentirme en paz y perdonarme, incluso cuando no he hecho nada malo por lo que me deba pedir disculpas.
Si hace tiempo que me esfuerzo en estar bien, en dejar de lado algún que otro comportamiento tóxico, que me dejen también el tiempo y el espacio que necesito para volver a componerme cada vez que quiebro.
Por suerte (y es algo de lo que me siento orgullosa) es que pese a todo siempre acabo rehaciéndome, erigiéndome después de haber pasado un tiempo besando el suelo.
Pero creo que todos tenemos derecho a tener uno o dos días malos, o el tiempo que haga falta. Y, sobre todo, estar mal por lo que nos dé la gana, sin que nadie venga a decirnos cómo deben afectarnos las cosas.

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4 Comentarios

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  Diegozami

  La unica realidad que importa...es la que vive uno mismo. No podemos ser mas nadie que nosotros mismos, es igual que la tristeza...muchas veces en este estadío nace lo mejor de cada uno.
  
  Cuidate.

  26/05/20 10:05

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  Oliviaferrer

  Sí, es lo que creo, Diego.
  Pienso que de los momentos malos (algunos) se acaban sacando aprendizajes que te hacen mejorar.
  
  Cuídate también.

  28/05/20 08:05

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  Clopezn

  El estar mal anímicamente es como el dolor. A cada uno le duele de una manera y la misma situación se sufre con diferente dolor o diferente intensidad. En realidad nadie puede saber a ciencia cierta ni como te duele ni como te sientes. Sobran los sermones.
  Otra cosa es que en la expresión de ese malestar, nos llevemos por delante sin venir a cuento la convivencia.
  Por último los momentos de crisis siempre te hacen sacar lo mejor para sobrevivir, así que ánimo.
  ¡Vaya!¡Qué ironía!,al final ha salido un sermón.
  En fin, un saludo cordial.

  27/06/20 06:06

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  Oliviaferrer

  No sé si con "llevar por delante la convivencia" te refieres a estropear la convivencia con los familiares. En ese caso, creo que tienes razón, pero cuando estás mal bastante tienes con lidiar con tus sentimientos como para encima pensar en cómo puede "molestar" a los demás TU malestar. Si a alguien, sobre todo a alguien que en teoría debería apoyarte, le molesta tu situación, no sabes por qué, porque es tu vida y no la suya, simplemente que vaya a lo suyo.
  No sé, como digo, todos tenemos derecho a tener una mala racha o unos malos días. Y me jode mucho que tenga que fingir estar bien solo porque es como debería estar.
  
  En fin, yo siento el rollo. Me has pillado justamente hoy en un día un poco cruzado también.
  Un saludo.

  29/06/20 01:06