Insinúo palabras, sentimientos, y miradas. Se quedan estáticas en el aire y, arrastradas por el viento, se pierden en el horizonte.
Canto amores, sueños y sensaciones. Se convierten en falsas ilusiones, en vaivenes de mi cabeza.
Cierro etapas, llantos y lágrimas. Los encierro en mi libro de recuerdos, de puertas que no deberían abrirse.
Descubro realidades, rostros y falsedades. Dañan mi descanso y las ganas de seguir volando.
Imagino esperanzas, esfuerzos y salidas. Se marchitan en mis penas y las hacen menos trágicas.
Sacio deberes, compromisos y placeres. Los mismos que sacian mis costumbres.
Busco respuestas, caminos y sonrisas. Para poder encontrar así el último paso hacía la felicidad.
