Cuán suerte de vendaval oculto en el hielo entrelazado a los ríos
augurio descocido que sus hilos armas trajes pa los remolinos silenciosos
aquellos que despojan de su reino a la quietud humanamente soberana,
andanza de naturaleza otoñal con olor a días escurridos,
la soledad se endurece o ablanda como un cadáver en la tina
en un sitio de nadie o campamento para todos;
así un cariño de sangre gruesa nos atrapa de vino resignado a su botella
como un fantasma pálido de ruboroso ensueño,
que nos recuerda que hace mal estar desabrigado
cuando ronda por entre las cosas tu aliento destinado al olvido de las horas.
A veces te teme el fuego que no sabe si cerca de ti seguirá vivo
te temo a veces cuando creo que me induces a esos sueños poco serenos.
Palabras descuadradas. Me ha encantado lo que escribes
Felicidades y bienvenido-a.
Ya nos lo dir?s todo en tu perfil.
Un abrazo.
Espero que sigamos ley?ndonos.