Amigo, te digo que no es cuestión de ser poeta, sino de saber acomodar las palabras y cambiar unas por otras como quien canta una canción y siente el amor.
Y si, amigo, son golpes de corazón que hiere, hiere de veras como la amistad perdida o el amor quebrado, sin saber el dónde o por qué quedó; pero llorar no es malo, los hombres lloran como la lluvia que cae, porque es más hombre el que sabe llorar que el que quiere creerse hombre por no hacerlo; las lágrimas son fruto de una alegría o una tristeza, seña perpetua que el amor y el desamor existen.
Y es que a veces se extraña a la gente de ayer, como reir de ti, de mi o de los dos. Amigo yo no quiero que tú seas de ayer, sino de hoy y mañana; y se extraña también por ejemplo aquellos días de antaño donde solíamos hablar e incluso llorar vestidos de ciegos o de hadas con alas rotas y varitas mágicas hechas de cabello, las figuras de nubes que inventábamos con los dedos y plasmábamos en el viento, se extrañan las estrellas que sonreían para nosotros cuando tristéabamos por los errores y culpas perdonadas.
La confianza amigo a veces nos falló y perdimos una y otra vez las palabras, no quisimos hacer poemas de cariños.
Puede que solo quedara la guitarra vieja y empolvada, con las cuerdas de los abrazos estiradas y no pudimos cantar nuestra amistad y es que tal vez mi voz desafinada no ayudó y el silencio quebró aún más al mismo silencio.
Amigo que importa que hablemos de doctores o edificios, yo no quiero que tu seas de ayer, sino de hoy y mañana.
Pathrosh, un texto lleno de sentimiento y a?oranza. Un abrazo y gracias por compartir tus pensamientos.