Harto de esperar noticias que nunca llegan, decido llamar yo a su puerta, una vez más.
Pero no acierto.
Me equivoco de puerta, de portal, de ciudad y de planeta.
Y en vez de llegar a la casa de mi hermano, me encuentro delante de la suya. De la de ella, la que tantas veces fue mi refugio y sentí como mi verdadero hogar.
Y ella está en casa en ese momento, y está sola, y continúa siendo la anfitriona perfecta.
Detrás de un generoso ramo de tulipanes blancos encuentro mis tatuajes tallados en un frasco de cristal fino que guarda el néctar de la flor solar.
Solar, pero emponzoñada. Porque mientras que por fuera te baña con la Luz Primigenia, por dentro te incendia la sangre y erosiona tus entrañas.
Con apenas un hilo de voz, le digo al oído:
Flor que anuncia el alba,
espina de esperanzas caducas,
espuma de anhelo narcótico,
auxilio del caolín exhausto que, en su último aliento,
implora redimirse en tu piel.
Cautivo del tarro de miel, grotesco, exiguo,
pierdo la noción del espacio.
Creo haber alcanzado la gloria, pero tan solo estoy retenido en el hall.
Y cuando ella descubre que todo mi universo cabe en sus pupilas, me coge de la mano para encadenarme de por vida al zaguán.
Ese punto intermedio entre el piso de arriba y el de abajo, entre cielo e infierno. El limbo acolchado, la medianía que te permite oler, a veces escuchar, pero jamás ver o tocar.
Todavía no he aprendido que tu valor reside en tu mesura,
como tantas cosas en el mundo.
Mi condena, en anclar este delirio a la eternidad,
como tantas veces en mi vida.
Bienvenido Patroclo. No pensaba ingresar al sitio solo quería leer, pero tu texto me pareció muy particular y original, y con una cuota poética que me ha encantado.
Muchas gracias, Diegozami, por la bienvenida y por la valoración. Hace ya algún tiempo que conozco esta plataforma y os he leído a muchos de vosotros. Y ahora, encantado también de poder saludarte.
Muchas gracias, Luisjose. Si el tiempo y la Autoridad lo permiten, espero que podamos seguir compartiendo todos muchos instantes interesantes.
Un afectuoso saludo de vuelta!
Libelle, muchas gracias por tu valoración. No soy ningún fantasma, es la primera vez que publico en esta plataforma. Pero me lo tomo como un halago.
Un saludo