El aire estaba tan decididamente limpio que expuse ante él mi alma , para mezclarme y dejarme despeinar .
El cielo estaba a su vez tan potente y claro , que le quise escuchar y seguir .
Todo estaba hoy tan maravillosamente nítido, que por momentos se me hacia extraña la acción de pensar y lejana la posibilidad de preocuparme por algo .
Es guay sentirse ligera y sin peso , sensible a los brillos y colores , frágil ante la formidable potencia de la vida.
Me gusta escuchar a todo con los poros de la piel del alma y hablar exclusivamente con el corazón .
Existe hoy un azul en el mar de La Lanzada ,que estremece a los Angeles y compite con cualquier rincón del cielo .
Y ya me callo , para seguir escuchando , para continuar viviendo ...
"...compite con qualquier rincón del cielo..." Uhmmm me encanta eso. Un besito.