TusTextos

Los Macalister

- Yo no puedo ser aquel que tú dices, mencionaba Francis estupefacto por lo que le decían
- -porque eres perfecto tu siempre has sido, concuerdas perfectamente con la descripción
- Pero yo no soy al que buscas no puedo serlo
- Tú debes de tener confianza de que si lo eres, ya que esto cambiara tu vida…

Así comenzó todo mi nombre es Francis gorduit yo era una persona común y corriente en las palabras de mi maestro de secundaria pero nunca imagine que me llegaría a pasar lo que vi y que de algún modo me cambio la vida.
Era ese momento en que conocí a Helen una niña que solía ver siempre por mi vecindario siempre llevaba el mismo vestido azul con flores rojas, la niña era bonita pero alcanzaba imagino los 7 años era muy educada pero ocultaba algo bajo esa mirada de ojos color café oscuro pero que en momentos solían verse como rojos lleno de sangre, solía verla en los atardeceres bajar a jugar al voltear a mi ventana con el sol con sus últimos rayos me volteaba a ver con esa mirada fría llena de furia y dulzura que me dejaba helado solo era una fracción de segundos ya que posteriormente soltaba una risa que se podía perder entre lo diabólico y lo erótico, para mí era un enorme miedo ver su rostro en el acto saludaba con esa dulce voz de niña, yo solo contestaba cortésmente y solía cerrar la ventana desde el 3 piso donde habitaba
Aquel día que jamás olvidare y de lo cual ahora me acusan de cuando posteriormente cuando llego el policía de la zona llamada por mi grito que causo piel de gallina en la vecina de debajo de la casa de los Macalister familia de Helen
Aquel día no me tocaba trabajar Salí a la tienda para disponerme a tomar el desayuno al salir escuche ruidos de Helen y olor muy desagradable que salía de la casa de los macalister lo cual no era anormal pero ese día tenía un presentimiento que de pensar a que podría ser sentí un escalofrío desde la cabeza hasta los pies; una vez regresado de la tienda estuve a 2 pasos de entrar a mi casa, cuando escuche un estrepito ruido proveniente de la casa de los macalister por un momento temí por la vida de alguno de esos desgraciados me inundo la duda por que acto seguido estuvo un silencio horrible, me encontraba ansioso las manos me empezaron a sudar, sentía el recorrer de una gota de sudor proveniente de mi frente, por algún motivo aun desconozco, mis pies iban directo a la puerta aquella de madera podrida donde se podía ver en la parte de abajo como las ratas tenían una entrada triunfal, donde también si tenías buena percepción pedias darte cuenta que la polilla amaban ese gran festín que tenían pero que tarde o temprano llegaría el momento de partir a otro suculento ya sea mueble o puerta del edificio, todo aquello era horrible tétrico y hermoso mi mano sin pedir permiso a la conciencia tocaba primero con 3 toques cortos pero fuertes, los segundos los sentía horas al no percibir ni una sola voz proveniente de adentro sentí aún más miedo por aquella tardanza por mi mente pasaban innumerables visiones presagiando algún final horrible, mi susto me hizo hacer una locura porque estaba seguro que el ruido había provenido desde adentro decidido toque otras 15 veces más antes de romper la cerradura que ya estaba floja y que no costo ningún trabajo romper al primer golpe al entrar había una calma estrepitosa los rayos del sol entraban por el ventanal al entrar mire como en la esquina de un sillón viejo y raído por debajo iba entrando una cucaracha en el lado opuesto existía una mesa junto a sillas desgastadas por el uso excesivo al fondo había un pasillo por el cual tenía que pasar, el silencio me despertaba miedo, lo que recuerdo es que de mi voz salía un –hola- que nadie podía escuchar pero que yo oía resonar en mi mente los segundo eran horas en esa casa al entrar al pasillo vislumbre 4 puertas lo cual sabía que 3 son recamaras y una es un baño, mi voz temblorosa emitía ese –hola, hay alguien en casa- estúpidamente ya que el ruido provenía de ahí mismo y a menos que me estuviera volviendo loco tenía que haber alguien, para mi sorpresa las 4 recamaras estaba cerradas, en las esquinas al final del pasillo pude observar que una araña envolvía a su presa rápidamente entre telaraña para chuparla, al avanzar decidí entrar a la puerta de la derecha toque pero al no existir una cerradura la puerta se abrió, lo primero que vi fue la silueta de Helen sentada, en cuanto abrí completamente la puerta llego a mí una sensación de vomito mis pupilas dilatadas por la imagen y medio obscuro del cuarto Helen se encontraba con ese estúpido vestido hincada dando la espalda al sentir el viento del aire volteo con una sonrisa que no era ad hoc al momento de sus labios solo escuche decir:
-Este no es el final sino solo el comienzo.
Pechkovigocha09 de agosto de 2015

Más de Pechkovigocha

Chat