21 de Octubre
Cuando la costumbre se hace carne y los sueños mueren apretando el botón de un inodoro, leí cuanto cuento se me haya puesto en frente, para saber cómo se hacían estas cosas, siempre cualquier bondi me ha dejado bien, y este dolor a mi costado y este vaivén en la cabeza sin cesar ya no encuentran explicación para mi sentir, la realidad es que ya no se si sentir o si de tanto sentir se me han adormecido los sentidos, este limbo eterno y terrenal me ha tenido suspendido en el aire como si fuese una res colgando de un gancho de carnicero, pero si soy así, si soy expresivo y mandado para los menesteres donde las manos son usadas y pocas veces la razón y la lengua, solo se mirar, solo se callar muchas cosas, hablar mucho y decir poco, solo se mirar otra vez por las dudas se me haya escapado el detalle de tu cintura cruzando el Estrecho de Magallanes.
No se me puede escapar el detalle de tus ojos, pero si eso fue una sola vez que los vi, y pensar que con tan poco te has llevado puesto este estrecho cuerpo, me has sabido maniatar en los confines de mis limitaciones más extremas, me has hecho añicos contra el piso y con mi espalda has sabido limpiar todo aquello que encontraras a tu paso, si me has puesto a lavar tantas veces que ya he perdido hasta los colores, has elegido por sobre mí, productos de mejor precio y peor calidad, y me has dejado durmiendo fuera de un techo digno y cálido, pero, un contrato no se puede romper así porque si, una firma no se puede borrar, no se puede usar el codo para borrar lo escrito con la mano menos hábil, porque ya me he quedado manco de tanto escribir mil veces no debo, no intentar ser feliz, y porque el dolor en mi costado ya casi no me deja respirar, subo escaleras y me siento morir, bajo y me siento desvanecer, la gente no comprende que si me arrastro no es por propia voluntad, es porque ya no quedan hilachas con las cuales maniatar la débil estructura de mi cuerpo.
Tan solo fueron unos tragos sentía la necesidad de no llegar al momento donde las cosas se te borran de la mente, se borran, desaparecen, se esfuman, como si fuese la mágica bruja blanca la que borra todo de un soplido, no te quería olvidar, siendo tan solo una diminuta imagen borrosa en mi mente, no te quería borrar, no quería que el hecho de tu desaparición aunque sea por unas horas sea por un detestable error de actitud, un desvanecimiento de autoestima o una pequeña y mísera autoestima destructiva de sobremanera, que habita en mi desde que te vi por única vez.
Entraste a dar vueltas en mi mente, como el mundo, como una rueda mágica imparable, como una niña danzando en círculos reescribiendo en cada giro tu imagen, como la vida misma das y das vueltas y en ese movimiento centrífugo tu imagen me expulsa siempre hacia afuera.
Dicen que el fin justifica o no los medios, en fin, desconozco si el fin era volver a casa, o si ese fue el medio por el cual logre regresar, para poder llegar, use algún hombro amigo, algún brazo desconocido que se apiada de un alma en pena.
Y ahora aquí estoy doblándome a la mitad tratando de no perder mis sueños, tratando de no perderte de mi mente, tratando de no darte la sencilla chance de desaparecer.
Muchas gracias a todas las cosas inolvidables que no queremos por nada del mundo borrar de nuestras mentes, como una infancia llena de locuras interminables o la vertiginosidad de una adolescencia que uno quiere que jamás acabe, gracias a aquellas personas que hacen inolvidables muchas otras cosas menos importantes pero que sirven como asterisco para recordarlas siempre, y gracias a vos amor impresionante por la inspiración y la motivación de poder dibujar con palabras algunas cosas, enormes gracias a quienes leen esto y a quienes no leen pero escuchan por lo menos el tema que recomiendo.
Recomiendo leer este texto mientras escuchamos el tema 12 de Octubre del disco Las Consecuencias de Enrique Bumbury.
Gracias a Todos
Pil
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02 de Mayo de 2011
