Amigo mío, hoy estoy en la vereda de la desolación esperando, una mejor vida, quizás el Dios del cielo me tenga preparada una mejor a la vuelta de la esquina.
Mil veces he escrito estas líneas, pero luego de leerlas he roto mil cartas, mil señales, mil testigos de lo que me sucede, esas palabras me vieron llorar mil veces, esas palabras me vieron reír, esas palabras eran duras, esas palabras eran hermosas y oscuras, esas palabras eran de amor, de sufrimiento, de angustia, de desolación, de soledad.
Un león una vez me dijo que si no fijaba la presa jamás llegaría a cazarla, que si no fijaba un objetivo jamás llegaría a alcanzar ningún fin, me recomendó esperar mi mejor momento, me mostró cómo hacerlo una y mil veces, sigiloso, elegante en cada movimiento, expectante, concentrado, cada musculo perseguía a su presa, cada mínimo movimiento estaba diseñado para lograr lo que buscaba, la respiración se le entrecortaba, para no dar señales, si el hecho de parpadear significaba delatarse, el no parpadeaba, si su corazón debía dejar de latir para no emitir su incansable e incesante sonido, dejaba de latir.
El suelo que pisaba se unía a sus garras, se hacían uno solo, el centro mismo de gravedad de su cuerpo estaba en un balance perfecto, cada milésima de segundo estaba predestinada a algo que antes había sido planeado por su inteligencia, como si fuesen una eternidad de cálculos e hipótesis analíticas, cada segundo se despedía del anterior lleno de experiencia vivida, se despedía lleno de viva, como presagiando una muerte inminente, como si se aceleraran, como si corrieran en busca de la muerte, como si para cada segundo que pasara la muerte fuese su fin más preciado, su deseo más irrefrenable, su presa mas preciada.
Todos tenemos una cruz que cargar.
Su cuerpo se entrelazaba con los matices de la naturaleza parecían uno solo, como si nada fuese a pasar, posaba sobre ella como si estuviese descansando, la brisa ni siquiera se atrevía a tocarlo, en esta oportunidad su rostro no era el fin de esta brisa.
No sabría decir si el sol doraba su piel o no, no lo sé, sé que sin su presencia tal vez no podría distinguirlo.
Su respirar en un instante se volvió cada vez más escaso, parecía una batalla que se libraba entre todos los músculos de su cuerpo y la propia necesidad de respirar.
En el instante siguiente cuan sablazo en el pecho de un salto clavó sus dientes en la presa, no opuso resistencia, parecía haberlo sabido, parecía haberlo sentido, sus ojos quedaron firmes en el horizonte como fotografiando el último instante de luz, como queriendo llevarse algo más de aquí, como saludando a una vida mejor dándole la bienvenida, fue seleccionada para no continuar, dándole fin a su vida y dándole comienzo y continuidad a la mía.
Sonará egoísta pero, sin haber tenido esa experiencia no podría darme cuenta ahora, en este mismo instante, no podría sentir que me estas mirando, y que esperas por mí, para darle fin a mi vida, te veo, te siento, estas cerca, casi puedo tocarte, todos tus músculos están preparados para darme fin, puedo huir, puedo eludir este nefasto destino, o puedo hacerle frente a la realidad de estos instantes que parecen una eternidad, cada segundo corre hacia mi, es irremediable, no tengo precisiones de en cuál de los segundos darás el salto final, solo camino sin pretensiones, como despidiéndome de todo, tratando de llevarme conmigo , la mayor cantidad de imágenes posibles, como si fuesen estas un tesoro, como si fuesen estas mi única presa en estos instantes para mí, en estos momentos son mi único alimento, alimentan mi alma la llenan de paz y de tranquilidad.
Quien a hierro mata tantas veces en la vida a hierro muere...
Y como amenizar este momento y bueno les recomiendo un tema muy bonito de Ivete Sangalo “Naô Precisa Mudar” con la participación de Saulo Fernandes, hermosa canción, y a quien dedicar este café, bueno a mi Padre por haber sido ese León que siempre quise a mi lado, a JC, a Lilú, a T.G (all you need is love), a mis amigos, a Ro, a vos (ya sabes que a vos siempre te dedico todo), y a todos aquellos que tienen el poder en sus manos de dar o quitar cosas, a quienes pueden enterrar recuerdos, momentos, y todo aquello que pueden dejar en el pasado sin más, los envidio sanamente, y también a todos aquellos que eligen dejarse morir por otros porque saben que de esa forma se logra una vida mejor o al menos tienen esperanzas de lograrlo.
Salud Amigos
Pil
25/07/2011

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2 Comentarios

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  Marellia

  El titulo es igual que una canción de Chico Novarro, muy buen texto

  10/08/11 02:08

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  Pilrock

  Gracias Marellia, en todos mis textos vas a encontrar, humo, bohemia, rock, tango, canciones de amor, de protesta, de libertad, canciones nuevas, otras no tanto, te vas a encontrar con Argentina, España y con todo aquello que quieras sentir tuyo, alguna cancion que te hizo recordar algo bueno o lindo en tu vida, lo bueno es saber que gracias a este texto te acordaste de un gran artista y de una gran cancion...
  Tú tienes que entender, hermano, que el alma tiene de villano, el no poder mandar a quien quisieran descargan su poder sobre las fieras.
  Gracias por visitar mi jaula...
  Un abrazo
  

  11/08/11 06:08