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Mi Historia En Otra Piel

El otro día tuve un sueño extraño. ¿Quién será ese hombre de mirada perdida y triste que camina sin rumbo con la única recompensa de estar ocupando su tiempo en algo?. Sumido en su realidad, en su sufrimiento, en su decepción. ¿ Que será lo que le habrá pasado para estar así ?... La noche siguiente volví a soñar con él y poco a poco se fueron desvelando todos los detalles.

Ella entró en su vida de puntillas. Casi sin darse cuenta. Poco a poco fue instalándose en lo más profundo de su ser, de su alma. Cada vez más cerca de su órgano más vital, donde los sentimientos no atienden a la razón. Anulando su capacidad de raciocinio, su cordura. En su ausencia el tiempo para él se detenía. Su compañía por el contrario hacia que cualquier espacio temporal fuese ínfimo. Que decir de su piel. No hay tacto más placentero que acariciarla. Su olor, cuantas veces lo imaginó en la distancia. Su risa amplia y sincera permanece aún en su recuerdo. Su conversación profunda y analítica. En cuanto a sus momentos de intimidad eran intensos y dulces a la vez. A veces compulsiva, otras más pausada, pero siempre en sintonía y en absoluto equilibrio. Sin duda uno de los puntos fuertes de su relación con ella. Cuantos instantes de felicidad juntos. Cuantos momentos inolvidables. Momentos que no se podrían borrar ni con el paso de otra vida.
Sin embargo el efecto que esas experiencias provocaron en cada uno de ellos fue muy diferente. Su unión hacia ella era cada vez mayor. Esto contrastaba con la peculiar manera en la que ella utilizaba su compañía. Llegó a convertirse en un juguete, una marioneta cuyos hilos eran siempre manejados por las mismas manos. Una imposición continua del como y el cuando. Una negativa a la aceptación de decisiones ajenas. Con criterios de aprobación de comportamientos dispares y a conveniencia. Casi siempre existió una carencia de sensibilidad hacia los sentimientos de él. En los momentos más difíciles nunca se sintió apoyado. No se sintió querido. Su autoestima disminuyó así como su capacidad para centrarse en otras actividades importantes. Así que bueno, ese egoísmo fue el que provocó que su marioneta se fuera desilusionando. Ya no le gustaba la obra que estaba interpretando. Pero una vez más él volvió a apostar por el amor. Apostó por la lucha, por el esfuerzo para conseguir un cambio. Pero ese cambio nunca se produjo. Todos las personas tienen defectos por supuesto y en el caso de él habían cosas importantes que corregir. Pero habia una gran diferencia en la actitud de ambos. El era consciente de sus errores y luchaba con todos sus fuerzas para conseguir eliminarlos o al menos minimizarlos. Ella la mayoría de las veces ni lo intentaba siquiera..."yo soy así" decía.

No me arrepiento de haberlo dado todo decía él. Lo volvería a hacer, solo que esta vez miraré muy bien a quien me entrego. Uno no puede darlo todo cuando del otro lado solo escucha la palabra yo. Eso me llevaría de nuevo a un viaje sin destino. Me entregue a esta persona durante los últimos años de mi vida, dándole todo mi amor y recibí muy poco a cambio.¿Como no voy a sentirme decepcionado?. La idealicé y la amé con locura. ¿para que?. Para ver como me daba la espalda en el momento en el que más la necesitaba. Como no voy a sentir tristeza si cuando miro una foto, la misma que antaño enseñaba con orgullo a mis amistades, veo a una persona muy diferente a la que creí tener a mi lado. A pesar del tremendo dolor que siento intento quedarme con la parte positiva. Con los recuerdos que me hicieron estremecer, vibrar junto a ella, reir, ser feliz por momentos. No quiero una carga de rencor en mi vida. Imagino que ella luchó de la mejor forma que supo y no le deseo en absoluto ningún mal. Al contrario.
En efecto. Casi sin darme cuenta era mi historia la que había soñado, solo que le puse otros rostros. Quizás porque inconscientemente no soportaba la idea de volver a ser el protagonista de una experiencia tan dolorosa.

Pique17 de febrero de 2016

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