No abandonemos a los sabios que jugaron a perder el tiempo entre vibrantes y gravitacionales ondas. El lenguaje es...desconozco si será. Los pasados se arrinconan entre las calles de un París lleno de neuronas. Libertad, sin hambre y con las manos atadas. Leer es un ejercicio de recuerdo. Muerto Eco...se han cerrado las puertas. Saber no es conocer. Paul RiCoer reveló los sueños proféticos del arte del ser, hablar y escribir. Mis textos son ecos de un sueño que se colma de engañosa nieve.