El silencio
La antesala de la canícula ya huraña, auguro
limbo aprehendido de terrosos e índigos, fríos
no rozas mis senos ni mi pubis , mi deseo
aunque botellas lanzo, solo las olas leen mis sentimientos,
sentimientos vanos, vacíos impávidos y sin caricias.
La isla de tu ignorancia quema mi piel blanca
desmenuzando los ocasos de mi querer puro,
no hay sueño, esperanza, asquerosa vida
que solo olvido otorga, y como hierro candente, marca,
cesan los ríos de mi lloro, salados en el mar traidor.
el mar donde mi lengua lamió tú sal y que ahora la despedaza.
Quiero de ti, al menos ser recuerdo:
pero solo soy una gota más, en tu océano,
nada soy, nada fui, solo una traicionada mentira,
perdida al pairo, del peor balandro, el silencio.