UNA LÁGRIMA
Tenemos relojes, ellos tienen el tiempo..
En la efervescencia de las reglas que gobiernan el mundo
Su doquier advierte su ignominia
Florecemos acontecimientos al amanecer
Para matarlos en su ocaso.
Nada sabe el polvo del desierto
Solo que es el viento
Nada sabe la piedra
Su quietud, su movimiento
Nada sabían los hombres
De los unos y los ceros.
Aún creen que con el reloj
Pueden manejar el tiempo
No hay tiempo para el que no espera
Tiene su alma, la vida entera.
Habla a un pastor como a un médico
Que entenderá, no lo insultes,
Diciendo cuando lloverá,
No necesitan los pastores,
Señuelos en el cielo.
Podéis derramar su sangre
Pero no conquistar sus cecinas
Vosotros tenéis todos los relojes del mundo,
Pero ellos, tienen todo su tiempo.