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Ritos

Como un triángulo en un triángulo, habla de las cosas que están conectadas por todos lados, y unidas con más fuerza que ninguna, como las ramas de los árboles enlazan todas las memorias. Así, estas figuras de carne alucinante que son nuestras arañas de carne, flores de baile sobre el teclado. Flores de baile sobre el teclado, hablo desde el registro etérico, bendita sea la comunicación.
Aceptado en el centro del cubo material, me incrusto en la Tierra como el comerciante en su tienda, como en ámbar la araña de cinco extremos, contando cinco al extremo de cada cual. En la simple línea recta de dos paredes que se unen, está la línea ondulante de la realidad tambaleante.

Dos estrellas que se abren en lo alto de los brazos para sostener al sol; dos plantas que recogen de la tierra las vibraciones de nuestro tiempo. Una cola virtual que nos crece con el tiempo y el vino, para nuestro apoyo, y esa cola es la memoria. El sol está en las ramas de los árboles del bosque. Uno gira mirando hacia arriba y los troncos son las puntas de otra estrella.

Que una luz brille en este momento en el corazón de todos los seres y les alumbre su destino, ser felices.

Tú haces lo que tienes que hacer, tú hueles la vibración de los vientos y bailas en la moda de la tierra. Tú transformas todas las cosas en el lenguaje. Tú eres tiempo.
Tu mirada era una pregunta. Ahora te encuentras de cara a la infancia, armada de rayos. Ahora te dejas levantar cuando la música se alza. La suave superficie de la piel, venimos de sagrado, las manos se acarician entre sí, fue tocada por espejos de madera, nadie nos vio llegar hasta aquí. Y aparecemos.

Pero las palabras de la calle valen otro oro que el poema. Aquí las callas.
Te das vuelta en la tienda de antigüedades del idioma y giras y giras hasta vomitar pureza. Y en un otro momento de tu síndrome premenstrual consigues el deslinde, te pones un metro detrás de ti y ves tu lugar probable en la historia de todo esto. Más abajo de los títulos, más abajo de las tumbas cavadas recientemente, a girl I knew once, hay unos poemas, escritos en papel impermeable y antiecológico en caracteres de fines del siglo XX.
Teñidas de modelo digital, tensando sus soportes y medidas en UFs y kWh, largas de tamaño en bytes y a velocidad constante, te rodean pasando tu cabeza tus imágenes que tienes para entregarle a tus futuros. Tus pasados posibles son la tierra en que te tiendan, el piso de ese patio, un cubrepisos, parquet vitrificado.
Tus inocentes modales expuestos en carretera a los malvados llenos de armas y luz negra.

¿No te dai cuenta que, PMS o no PMS, tu tiempo es de todos? Estás estrellado temblando y colgando por un pie del hilo enroscado del teléfono. Te aprendes a esconderte un libro detrás de otro y depresiones hasta que te estrellas, te estrellas, te estrellas de cabeza contra la pantalla de tu computador, tu propio computador, el que es tuyo.

Pomeraniawarchild17 de mayo de 2008

3 Comentarios

  • Munoztigre

    Un relato muy bien logrado...

    18/05/08 01:05

  • Shadow

    Genial relato: Siento la confrontación hombre-máquina con fuerza y muy bien narrada.



    18/05/08 02:05

  • Mejorana

    Pomerania es muy buena Shadow.
    Ya la irás conociendo.

    Pomerania, te comentaré más despacio.
    Son las dos y media de la madrugada y estoy cansada.

    18/05/08 02:05

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