Rojo y amarillo
el día nace...
y yace
un pajarillo
junto al pretil.
¿Quién ha matado
su canto alegre?.
Silencio.
La tarde sigue...
y las sombras alargan
todo el perfil.
Sobre el puente
un marinero
hace vigía..
vigía...
bajo un sombrero...
Silencio
Que nadie cante.
El pajarillo
ha de existir.
sabes, unos versos que me han regalado una tranquilidad enorme
me enseñaste que solamente debo hacer silencio para escuchar ese canto
fresco, ligero e instantáneo
quedo maravillada
un fuerte abrazo