Danae
Se desarrollan los movimientos sísmicos
qué moldean el sustancial cuerpo
de la hembra Tierra.
El viento, fugaz amante, nómade,
acaricia y roza con sus labios
invisibles,
sus montañosos senos humectantes.
Sus irracionales manos refriegan
el llano vientre iluminado
por el más fogoso sol.
Y ella se estremece
cuando su volcán explota de pasión.
Hermosísimo poema, Gastón. Aquí te dejo una mujer montaña, lírica imagen que has empleado.
Un beso para ti!!!
18/11/09 08:11