En la tormenta de la media noche,
el brillante albor de la pena me despertó,
alaridos bajo los escombros
me guiaron a escrutar las ruinas tristes de mi templo.
Atravesaba el largo corredor de mis años
y en él, los pilares húmedos se desmoronaban,
lagrimas emanaban de los candeleros apagados
y escurrían hasta gotear sobre la roja alfombra
que algún día recorrió mis vasos.
Así proseguí entre la abrumadora niebla de los recuerdos,
la oscuridad envolvía, el aire espeso era la traición,
empero, continué a través de aquel lúgubre corredor,
y pude advertir ya en el último tramo,
como aguzadas espadas atravesaban los frágiles pilares.
Fue aquí cuando la nostalgia y la melancolía
abrazaron la atmósfera;
de los afligidos pilares comenzó a brotar la sustancia
que fue entretejiendo la bella alfombra hasta la gran cámara...
y allí estaba, el sacro fulgor azul danzaba sobre él,
aun palpitaba como si estuviese vivo, y tan lleno de esperanza...
UN POEMA LLENO DE SENTIMIENTO.FELICIDADES