Tenía las tres Marías
en su mejilla izquierda
y un sistema solar en el resto de su cuerpo.
Se aferraba
a sueños tristes,
que intentaba decodificar,
como si esa información le allanara el camino a la felicidad.
Tenía mucha luz
en su sonrisa,
solo que eran escasas,
prácticamente atardeceres para mis días oscuros...
Creía en la luna
como confidente
y en los chocolates
como medicina momentánea para su soledad.
Era de flequillos extraños,
ojos de niña
y labios "made in" plegarias infinitas, robadas seguramente de mis rezos.
No tenía sombras
que pudiese dibujar,
ni eses en el vapor de sus palabras,
pero tenía andares que grafiteaban primaveras y espantaban la cólera del mundo...
y es amor en una canción, la pasión de, de, de...
(Bien hasta aquí llegó mi inspiración, un soplo fugaz del efecto "Celeste" que causa haberla visto una vez más)
ram