Mil nubes de polvo, casas que son escombro,
y del cielo, llueve plomo.
Acá el sol se extraña, las sombras te engañan,
y no hay certeza, si existe un mañana.
Ya no se ven chicos sonriendo, la gente sigue corriendo,
y en este caos sembrado, solo se respira miedo.
Cuánto tiempo pasará, cuántos días quedarán,
pues los pueblos se sienten esclavos, carentes de libertad.
Viejos anhelos flotando, pocas aves cantando,
son días grises y fríos, el mundo se está quebrando.
Pero aún queda esa esperanza, al borde de la franja de gaza,
tendrán que entender algunos, que a veces con poco alcanza.
Y este sol que aún se esconde, se queda solo en un borde,
esperando un alto al fuego, para poder salir de nuevo.
Hoy no se pide mucho, pues no es ni Israel ni Hamas,
el pueblo pide a gritos, que se erradiquen las armas.
Mientras los intereses políticos estén en medio de gaza no abra paz, es una pena y gran tristeza ver morir a tanta gente.
Saludos