He vagado por un mundo de tinieblas, donde las sombras han asestado golpes terribles a un alma que no sabe de combates, un espiritu que nació para amar y nadie le explicó las maldades que había flotando en el aire.
Pasado el tiempo, la oscuridad ofrece su frio abrazo dejando marcas invisibles a la vista, desorientando mis sentidos, haciendo casi imposible todo atisvo de fe y optimismo.
Abriré un camino nuevo que me lleve a otro sitio donde la luz extienda sus dominios, construiré algo para mí, algo que parta del interior hacia fuera, no al contrario, donde haya metas y pocos sueños.
Abriré la puerta para decirle a mis demonios que salgan por ella y no vuelvan, no sé como hacerlo pero es un paso necesario, renovaré todos mis pensamientos, sembraré la confianza en la victoria final y daré pasos cortos para tropezar poco y no caer.
Y es que lo más complicado es perdonarse a uno mismo de verdad, esta mañana oí que para conseguir la felicidad hay que verla como una recompensa, no como un sueño, tengo la firme intención de cultivar lo más hermoso del corazón, valorarlo y no dejar que nada lo dañe.
Abriré nuevos caminos, abriré puertas abriré mi alma.
Rasek, cuanto más me leo más empatía siento contigo.
"He vagado por un mundo de tinieblas, donde las sombras han asestado golpes terribles a un alma que no sabe de combates, un espiritu que nació para amar y nadie le explicó las maldades que había flotando en el aire" ¿cuantas veces me habré dicho esto? ¿cuantas veces habré odiado la maldad? muchas.
Yo te diré otra teoría sobre la felicidad: La felicidad es el camino, no la meta.
Fuerza para abrir esas puertas, amigo