Si volviera a nacer, emplearía menos tiempo en llorar
y más en luchar por sonreír.
Si volviera a nacer, no soñaría mi vida, viviría mi sueño.
No me preocuparía por encontrar a la persona indicada,
me ocuparía en ser la persona apropiada.
Si volviera a nacer, le diría a las personas que quiero cuanto me importan
y no daría por sentado que ya lo saben.
Si volviera a nacer, intentaría buscar lo bueno desterrando lo malo.
Disfrutaría de más atardeceres y de menos discusiones.
Despertaría todos los días con una sonrisa,
simplemente por eso, porque el sol sigue brillando.
Si volviera a nacer, sería más extrovertida, más loca, más imprevisible,
pero también más tranquila, más paciente, más calmada.
Si volviera a nacer, disfrutaría de más silencios y de menos hipocresías.
No pasaría por esta vida de puntillas, pisaría fuerte haciendo sonar mis pasos.
No escucharía a la cabeza, le haría caso al corazón.
Si volviera a nacer, dormiría menos y viviría más.
Miraría a las personas a los ojos intentando llegar al corazón.
Si volviera a nacer diría más veces “te quiero”,
“me importas”, “siempre voy a estar ahí”,
y menos “lo siento”, “perdóname”.
Si volviera a nacer, me abrazaría a cada instante bonito para no dejarlo escapar.
Guardaría mis recuerdos bajo llave para que no me los robase el olvido.
Si volviera a nacer, escucharía más veces esa canción que me recuerda a ti,
leería más veces esa poesía que me pone los pelos de punta
y vería más veces esa película que me hace llorar.
Si volviera a nacer, pasearía por el parque oyendo a los niños reírse,
correría por la playa sintiendo el mar en mis pies
y dormiría bajo las estrellas cada noche.
Si volviera a nacer, miraría más veces la luna
intentando descubrir su cara oculta.
Te daría un beso simplemente porque te quiero
y no porque tú me lo pidas.
Si volviera a nacer, tendría menos amigos pero los cuidaría más.
Disfrutaría más de las pequeñas cosas, como un café a medias,
una mirada de complicidad o una sonrisa que nace tras una lágrima.
Lloraría más de felicidad y sonreiría menos por cumplir.
Si volviera a nacer, viviría cada instante como si fuera el último,
amaría siempre como si nunca me hubieran herido
y soñaría como si nada fuera imposible.
Que bien!... me gusta lo que quisieras. No hace falta morir para nacer, tal vez solo cambiar de lentes, tirar el lastre, etc.
Saludos muchos!