Se siente perdido desde que su tenue llanto asomó a la vida, cándida criatura que acumula tormentas en ausencia de caricias. En mis sueños te veo cambiando de personalidad según el espejo en el que te miras. Pobre sufridor, con cada derrotero te conviertes en una persona huraña, que habita temerosa en un vertedero de despojos, sin identidad a la que aferrarse. Anónima morada para un espíritu saturado con llamaradas de ira acumuladas que hieren todo a su alrededor.
Con tu brillante sonrisa de ser humano corriente, te encontré sin esperarte, siendo ni niño ni hombre tan solo un iluso soñador culpable de encender a besos mi fuego adolescente.
Te persigo en mi sueño mi arlequín teatrero, te atrapo entre mis brazos para desnudar tu cuerpo con furia, despojándote de tus envarados miedos. Como una heroína me abro paso entre esa maraña de artificios y estratagemas para llegar a tu corazón y derretir tus infiernos con mi calor. A caricias te lamo las heridas mientras bisbiseo tu nombre para que no lo olvides cuando salgas de mi ensoñación y te encuentres cara a cara con tú yo.
Él no lo sabe pero le descuajaron la vida a quebrantos, y en el punto crítico de su enfado emocional con la realidad, aparezco entre ensoñaciones para aliviarle la amargura.
Lo maravilloso de dar es que luego te viene por duplicado.
"El cariño no se gasta aunque se ponga completo en cada gente" Mal de Amores, Angeles Mastretta.
Me encanta esa frase.
Muchas gracias Voltereta, un abrazo.
Cuando nació mu hijo, la madrona me dijo:niño pequeño, problema pequeño, niño grande problema grande.
Este es un mundo de detalles, todo lo grande esta inventado, pero el detalle individual, eso todavía es único.
Precioso poema.
Criatura que acumula tormentas en ausencia de caricias. Hay más de una persona así, pero supongo que siempre habrá alguien que derrita sus infiernos.
Gran texto Remi.