Tanto he caminado estas angustias
que siento nostalgia del sendero
a veces lo juzgo pasajero
y las cuitas se van tornando mustias.
Dolor que desazonas cada día
ansiedad que mis días no perdona
al acecho estas como ladrona
lentamente despojando mi energía
divago escudriñando la alegría
y parece que esta no se nombra,
la tristeza parece ahora mi sombra
y me pierdo donde hay algarabía.
Te busco y pareces no quererme
te invento para darme algún sosiego
pero estoy dando tumbos como ciego
y cuando te palpo siento que ya duermes.
La felicidad yace maltrecha
después de tantos golpes recibidos
y mis sentidos están apercibidos
buscándola así sea en un brecha.
No las busques me dice la razón
no lo hagas porque ella ya no existe
pero algo en mi juicio se resiste
y termina por creerle al corazón.
Muchas veces la tristeza es nuestra complice, nos inspira textos hermosos como el tuyo. Un abrazo.