Pinceles en mi cuerpo empiezan a trazar líneas veras por un cuerpo perfecto
Ese cuerpo que a cualquiera seduciría e incluso a mi
Yo que busco simplicidad y poetas llenos de inspiración
Nada de vanidosos y narcisos musculos
Pero el amor no te pide permiso para sentarse en tu corazón.
Así llego él, dispuesto a domarme después de tantas batallas con mi dolor
Apoderándose de mi corazón cansado de amar a falsos artistas
Quienes mentían con el cuento de ser filósofos y sabios en el mar de las conquistas
Pintando flores gigantescas en mi corazón y muy dispuestos a subir al cielo por una estrella
Y si pudieran multiplicarían los soles y me bañarían de hermosas piedras.
Prometían entre cantos y hermosas melodías que en mi corazón crecerían doradas sinfonías
De pétalos sagrados del país de las maravillas del cual ya son extintas
Que crecerían alas de ángel y hasta me convertiría en un rayo de luna
Así cuando alguien me viera pedirían el deseo de verme
Porque no habría otro mejor deseo que mis ojos y sonrisa presente,
Tanta palabrería junta que se alucinaba hasta patinarme las neuronas.
Pero quién diría que el amor llegaría a tocar mi corazón así de simple
Con aquel hombre que jamás mire para mí
Menos confiarle mi corazón por no ser un artista poeta de fiar
Pero que podía perder si mejores poetas me habían mentido con dulces palabrerías,
Su cuerpo eclético y esos ojos seductores me hacían desconfiar
Aquellas que seducirían hasta la mismísima afrodita y Venus juntas.
Quién diría que yo caería como una presa de su mirada y actitud loca
Pero bien dicen, caer por amor vale mil veces más que caer por cualquier locura vana
¿Y si eh de sufrir después? Pues no me arrepentiré de haberlo amado
Porque sentirlo mío me hace invencible a cualquier desamor futuro,
Vi el dolor de un encuentro, grite, lo saboree y llore junto a mis versos
Pero nunca eh decirle en la cara su engaño. Porque mis poesías lo dicen mejor por mí.
Porque Yo no eh de rogarle a nadie por amor menos por un sentir del corazón
Porque yo eh nacido para el amor y el amor nació para amarme a mi
ROMINA CAVERO
