Iringo
La soledad es mi amante y compañera,la amo y yo a ella.
Durante años la perdí,y la volví a encontrar de nuevo esta primavera.
Los que nos acostamos cada noche con ella,sabemos de la delicada
suavidad de sus piernas de noches interminables mirando el brillo
de sus profundos ojos bajo las estrellas.
Carlos,escribes muy bien,sigue por ese buen camino.
Un cordial abrazo.
Juan
30/07/15 10:07