Indigo
Sandor jaja! Disciplinada decisión, abrazar con brío el hábito te hará un bondadoso monje, aunque dicen los antiguos, que el hábito no hace al monje, pero ten fe en que eso no está confirmado, y en alguna remota abadía estarás alegre, entre cantos gregorianos, con un próspero alambique funcionando a todo vapor, y puede que el Prior te conceda una franquicia en la sacristía para el expendio del alegre brebaje. La continuidad de la práctica te hará seguramente al menos, un exitoso maestro licorero. Y en todo caso, si el hábito no te hace monje, el hábito te distinguirá del resto de los comensales de La Santa Seve. Jajaja!!!
Plan B. De fallar tan loable empresa, te propongo fundar en sociedad el bar La Santa Cede (*Cede de ceder)
Y las anfitrionas, lindas chicas de remotos conventos, con mini-túnicas, lo cual atraerá la clientela de la Santa Seve, no obstante, pienso que la monja aunque de seda se vista, monja se queda.
23/10/15 09:10