Siempre hay imágenes, capaces de traer a nuestro universo de creadores, instantes de magia y de ensoñación.
Has conseguido dar a luz un instante, para perderse en la imaginación.
Un saludo, Carlos.
21/10/15 09:10
Beth...A cambio de Laura hay que dejar algo para compensar.
Gracias
Besos
Carlos
22/10/15 01:10
Paulitinamente. Me alegro saludarte y respecto a lo que pasó hay dudas razonables...al dia siguiente ,a parte de la resaca,noencontre ni un pelo rubio por ninguna parte y en la agenda del telefono no aparecia ninguna rubia...ni morena...Yo creo que fue el gin fizz muy agitado.
Un abrazo
Carlos
22/10/15 01:10
VOLTERETA...gracias y realmente aparecen caminos invisibles y luces superpuestas en lugares inesperados con un año más a cuestas.
Un abrazo..a resistir.
Carlos
22/10/15 01:10
Despertarse sin saber si lo que se recuerda fue real o no... si en realidad pasó. Me recuerda a mis mañanas grises.
Saludos cordiales.
22/10/15 02:10
Abyssos. Muchísimas gracia por tu comentario, y yo también tengo mañanas grises y noches de insomnio.
Un abrazo
Carlos
22/10/15 01:10
"No sé
si esto que escribo
me sale de dentro
que viví
o son versos imaginarios
y perdidos
que encontré anoche
celebrando el cumpleaños
en la barra de un bar
junto a una chica pop
mirándose al espejo nublado
de mis ojos."
Yo sí lo sé, Carlos, pasa que se te escapa el alma. Que se te va sola a través de tus palabras. Es como un sueño. O como una realidad virtual que te desborda.
Atrapa ese ensueño, no lo sueltes.
Y déjalo tal cual, porque en el mismo momento en que se te convierta en una realidad real habrá perdido el hechizo.
Y volverán las pesadillas.
Un abrazo.
22/10/15 07:10
Las historias surgidas en bares guardan ese aire misterioso, intenso, rociado de efluvios de etileno, tan dispares, como los sueños nocturnos. Pudiera comparar el bar con los templos, donde la feligresía eleva sensaciones hasta lo místico y el altar es equivalente a la mesa en tu lugar favorito donde ingieres tu copita de gin, y elucubras sobre santas y rubias. Te percibo como un gran devoto, jeje. Me gustó tú texto.
Saludos amigo.
22/10/15 10:10
Mejorana, realmente tenía yo también ganas de saber de tí desde Soria, que ya no sé si pertenece al mundo de lo onírico. Me ha hecho gracia el comentario. Sobre el poema, que es un juego entre esa breve amnesia al despertar que es muy bonita. Hay una enfermedad (la conocí directamente al ocurrirle a un familiar mío, tras un a embolia grasa por pancreatitis) que se llama de Wernicke y Korsakoff, uno de cuyos síntomas es la imposibilidad de formar nuevos recuerdos y las lagunas las rellena con fabulaciones, llegando a construir recuerdos falsos, que se le olvidan enseguida, y vuelve a construir otros distintos. Algo nos pasa a nosotros de esta encefalopatía muchas veces, y tal vez sea la rubia del Porlier un paradigma de mi geografía personal.
Besos, y a ver si hay más Sorias.
Carlos
Nota.-Lamenté lo de tu hernana, cuántos recuerdos aflorarán estos días que te sacuden. Yo un 5 de diciembre, perdí a una hija (no tenía un mes), pero siempre acude su carita y cada 5 diciembre voy a leerle los cuentos que les leía a sus hermanos. Nunca se van de nosotros las penas, y compartirlas las hace más llevaderas.
23/10/15 10:10
Indigo...ja ja...No vas desencaminado, uno de mis bares favoritos se llama "La Santa Seve", y está decorado con todo tipo de santos, aunque no hay muchas "santas" cuando se acerca la madrugada. No descarto cualquier día meterme monje, suelen hacer buen vino..¿En qué consiste la vida en esos momentos privilegiados de carecer de identidad? No lo sé, pero me resulta muy agradable.
A tu salud
Carlos
23/10/15 11:10
Sandor jaja! Disciplinada decisión, abrazar con brío el hábito te hará un bondadoso monje, aunque dicen los antiguos, que el hábito no hace al monje, pero ten fe en que eso no está confirmado, y en alguna remota abadía estarás alegre, entre cantos gregorianos, con un próspero alambique funcionando a todo vapor, y puede que el Prior te conceda una franquicia en la sacristía para el expendio del alegre brebaje. La continuidad de la práctica te hará seguramente al menos, un exitoso maestro licorero. Y en todo caso, si el hábito no te hace monje, el hábito te distinguirá del resto de los comensales de La Santa Seve. Jajaja!!!
Plan B. De fallar tan loable empresa, te propongo fundar en sociedad el bar La Santa Cede (*Cede de ceder)
Y las anfitrionas, lindas chicas de remotos conventos, con mini-túnicas, lo cual atraerá la clientela de la Santa Seve, no obstante, pienso que la monja aunque de seda se vista, monja se queda.
23/10/15 09:10
Indigo..ja ja..lo ponemos en frente de la "Santa Sebe" y será un éxito.
Eres muy bueno ja ja
Carlos
24/10/15 08:10