Sandor
Oviedo no perdona al regidor local de que el "hacha fraticida " acabara con su símbolo, siendo su nombre "Longoria Carbajal", objeto aún de burlas a pesar de los años transcurridos, ya que entre otras cosas , tuvo que contratar a una cuadrilla de Valladolid para talar el árbol y hacerlo con nocturnidad. Desde entonces, ante cualquier amenaza sobre lo que consideramos sagrado, estamos atentos. Se le llamó el "cartaginés", por no ser de Oviedo, sino nacido en otra ciudad, y desde entonces, así son llamados los que vienen de afuera a trabajar, si bien, adquieren pronto el título de carbayones si hacen méritos: ser de Oviedo, socio de la Balesquida y mirar con recelo a los de Gijón.Un poco de humor, no sobra.
Carlos
12/08/15 12:08