Toma mi alma y calla mi cuerpo,
déjame caer al infinito ventor de tu aliento.
Tu vientre pulcro y verde
me hace sentir fresco en el ardor.
No me detiene el nada ni el todo
y vuelvo al rugido,
tomo tu viliz y me esfumo entre tu cuerpo y mi alma.
Tu piel me dice que no afloje,
mas añoro no parar nunca.
Bésame, tómame, abrázame...
Infinito fulgor, un momento en lo incierto.
"Hasta pronto" dice el cuerpo,
"hasta siempre", mi deseo...