Unas líneas de armonía quiero regalar en el aquí y el ahora-que responden a mi tiempo y mi espacio, no necesariamente al vuestro-, una multitudinaria cantidad corta de palabras cuyo fin es entregar otro poco de alegría, para al fin poder conectarnos con un estado de apaciguamiento desde el cual poder estar al tanto de nuestras fuerzas inconcientes, pulsiones de vida, que dan todo su esfuerzo por vernos felices a costa de nada.
Porque, por nada se movilizan por nuestra integridad y, por nada, también, nos pueden llevar a la automutilación.
Al fin, si nada moviliza la base de nuestro comportamiento, entonces, por nada camino, por nada respiro, por nada amo, por nada siento, por nada pienso, en fin.
Por nada estoy escribiendo y, sobre esta nada, es que todos experimentamos y presenciamos el vivir. Y, mientras no halla respuesta alguna respecto de esa nada, seguiré maravillado por acicalar mi vida en aquel vacío lleno de virtudes
SAN TUNGA.