Cuando el mundo revierte su egoísmo, lo sabroso florece
y se le dá oportunidades a la realidad para sacudir la arena de la playa corporal
y sucumbirnos a más no dar.
Me bajé en la acera y un fuego fatuo hipnotizóme...
Sin contar, corrí y me despojé hasta del amor en física;
le dí oportunidad a mi eros y grité afinado:
"porque nuestro amor es una espina, por las cuatro esquinas hablan de los dos;
que es un escándalo dicen, y hasta me maldicen por darte mi amor..."
A sonrisas agradecí los saludos. Si hasta hubo en enanista que se me hizo familiar,
y es que hay tanto que, a pesar de ser el primer contacto cara a cara y sin previo conocimiento, lo que te puede hacer conexo con un alter ego...
"En eso quedamos, nos vemos en Calera, ojalá pronto. Lleva tu guitarra, te harás rey en mi casa; mi padre te lo agradecerá".
Desde otra trinchera se aunó otro comenzal, otro cantor- y sugiero su bondad vocal-
No cabe el resúmen para parlar sobre aquella peripecia con dicho artista.
Sólo quiero jugar con tres ideas: alegría- rugido- notas sin pentagrama.
Historias como esta sólo las puedo contar hoy y nunca más.
Esta es la magia que nos hace un no inconexo nuestra música.
SAN TUNGA.