Una vez más, de nuevo por aquí. ¿ Y a que no saben qué ? Hoy también quería hablar de amor.
"Demasiado joven para amar", dicen las lenguas más experimentadas, pero a la vez más ingenuas.
Tal vez tengan razón y lo sea demasiado, pero.. ¿ Quién decide cuál es la edad oportuna para enamorarse ? ¿ Cuándo dejas de ser esa inocente niñita rubia, de ojos azules y de apenas metro y medio de altura para convertirte en la joven muchacha capaz de afrontar y superar todas las piedras del camino ? ¿ Cuántas primaveras necesitamos para llegar a ser el maduro y dulce fruto que esperan que seamos ?
Sinceramente, no sabría contestar. Igual que tampoco sé contestarme a mi misma en multitud de situaciones y la única solución que encuentro es darle la vuelta al mundo.
Quizás tienen razón y aún soy sólo una pequeña semilla que trata de germinar entre los frutos mas carnosos. Quizás me quedan cientos de piedras y sus respectivas brechas en la cabeza para lograr ser una experimentada lengua más, pero ¿ qué decir en este punto ?
Esta pequeña está enamorada.