Hay que fluir,
saber sobrevolar,
inspirar oxigeno y
elevarse en la adversidad.
Cuidar tu materia
que se oxida sin usar,
hueso, carne y mente,
juntos hasta el final.
Hay más por descubrir,
más por lo que reír,
renovarse o morir,
alegrías para seguir.
No somos estanque
somos río.
Adaptación y...
¡A FLUIR!.
Esperar no tiene sentido
en la espera vive el vacío.