Tú que has mantenido abiertos tus ventanales
Ahora los cierras condenándome al frío de la mañana
Tu vocabulario cuidado ensucia mi consciencia impunemente
Tú que has pintado de colores mi horizonte
Ahora tiende a morir con el mar
Tú que en los ríos de mi vida eras barca que aguarda mi llegad
Ahora prefieres que muera ahogada
Tú delicado cuán pétalo mojado
Te presentas rasgando cada poro de mi piel
Tú, siempre eterno aquí terminas
Dejando a la reina de los ojos de gata
Maullando a la luna tu soledad
O a la perra con dueño a medio domesticar
Dejaste un corazón babeando detrás de amor de hojalata,
Unos senos huérfanos de padre,
Unos labios a punto de besar,
Un centro húmedo que anhelar...
Si quieres saber de mi
Pregúntale a Caronte
Al que vendí mi alma porque tú volvieses a mi.